SOTORRIO HERNANDEZ

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Coágulo de sangre en un vaso sanguíneo.

Signos de alarma de un trombo

La enfermedad trombótica (arterial y/o venosa) representa por su alta frecuencia la causa más importante de morbimortalidad de la población occidental pero con una salvedad: es perfectamente prevenible.

«Los esfuerzos que se puedan hacer para prevenirla, como tratamientos farmacológicos de prevención de trombosis para pacientes especiales, o una educación de cambio de los de hábitos de vida hacia otros mas saludables, tienen un alto nivel de eficacia y eficiencia. Algunas estadísticas dicen que tiene un nivel de prevalencia e incidencia en la población como la infección por VIH, los accidentes de tráfico y el cáncer juntos», precisa en una entrevista con Infosalus el vicepresidente primero de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Pascual Marco Vera.

Pero, para poder entenderlo bien, es necesario saber qué es un trombo. En concreto, explica que se trata de la generación de un coagulo de sangre dentro del sistema vascular, tanto en las arterias como en las venas. Cuando ese coagulo de sangre se desplaza de donde se formó a otra parte del cuerpo se denomina ‘émbolo’ o ‘embolia’.

Según añade la Fundación Española del Corazón (FEC), el trombo o embolia puede producirse en un vaso y obstruir el flujo sanguíneo en ese lugar, impidiendo el suministro de oxígeno y flujo sanguíneo a los tejidos circundantes, una situación que se conoce como ‘isquemia’. Esto puede ocasionar un daño, destrucción (infarto) e incluso la muerte o necrosis de los tejidos que se encuentran en ese área.

A su vez, los émbolos en los vasos pueden afectar a las extremidades, fundamentalmente inferiores (piernas y pies), así como al cerebro (ictus), o al corazón (infarto de miocardio). En el caso de afectar a las arterias que aportan sangre a los pulmones se habla de ‘embolia pulmonar’.
CÓMO SE FORMAN?
Así, el también jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital General Universitario de Alicante señala que en su formación están implicados muchos factores de riesgo clínicos, tales como la obesidad, el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión, o el sedentarismo . «Una serie de comorbilidades que incrementan su desarrollo«, según aprecia.

Además, y por ejemplo en el caso de los trombos formados en las arterias, el especialista indica que su formación puede relacionarse también con lesiones locales, como un ateroma o placa de grasa en las arterias, junto con otras alteraciones locales de la circulación .

leer artículo completo en: http://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-signos-alarma-trombo-20180424084436.html

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